Una experiencia pionera de comunicación comunitaria y educación popular en el noreste argentino

 

A pioneering experience of communication and popular education in the northeast of Argentina

 

Cómo citar: Telleria, M. C. (2023). Una experiencia pionera de comunicación comunitaria y educación popular en el noreste argentino. Revista Argentina de Comunicación 11(14), pp 149-180

 

María Cecilia Telleria

Licenciada en Antropología (Universidad Nacional de Rosario), maestranda en Estudios Culturales (Centro de Estudios Interdisciplinarios, UNR), docente (UNR). Becaria doctoral Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Investigaciones Socio Históricas Regionales, Universidad Nacional de Rosario (CONICET-ISHIR-UNR), e-mail: telleriacecilia@gmail.com, https://orcid.org/0000-0002-1971-5968

 

Fecha de Recepción: 21/06/2023 - Fecha de aprobación: 19/09/2023

 

Resumen

En este artículo se presentan las prácticas de comunicación comunitaria y educación popular que el Instituto de Cultura Popular (en adelante INCUPO) ha desarrollado desde su surgimiento en 1969. INCUPO es una asociación civil que surge en el Gran Chaco argentino, con sede principal en la ciudad de Reconquista (noreste de la provincia de Santa Fe, Argentina). Dicha región se caracteriza por una heterogeneidad sociocultural en la que preexisten comunidades aborígenes, campesinos y pobladores de barrios periféricos con una economía de subsistencia. Metodológicamente, en consonancia con el enfoque que proponen los Estudios Culturales, retomamos la perspectiva sociocultural que articulamos con el enfoque socioantropológico desde donde nos posicionamos. Realizando principalemente entrevistas en profundidad, el objetivo principal de este artículo es analizar las prácticas, estrategias y sentidos construidos por los y las integrantes de INCUPO en la creación y operación de los centros radiofónicos de alfabetización que se desarrollaron en la región desde 1970 a 1982. Los resultados remiten a los sentidos construidos por los y las integrantes de INCUPO, alfabetizando a los sectores populares campesinos e indígenas a través de la radio. INCUPO desempeñó un papel fundamental en la alfabetización y empoderamiento de los sectores populares en el Gran Chaco argentino a través de la radio, en un contexto de influencias latinoamericanas que contribuyeron a su consolidación como referente en comunicación comunitaria y educación popular.

 

Palabras claves: comunicación comunitaria; educación popular; noreste argentino; radio.

 

Abstract

This article presents the community communication and popular education practices that the Institute of Popular Culture (hereinafter INCUPO) has developed since its emergence in 1969. INCUPO is a civil association that emerged in the Argentine Gran Chaco, with its main headquarters in the city ​​of Reconquista (northeast of the province of Santa Fe, Argentina). This region is characterized by a sociocultural heterogeneity in which there are pre-existing aboriginal communities, peasants and residents of peripheral neighborhoods with a subsistence economy. Methodologically, in line with the approach proposed by Cultural Studies, we return to the sociocultural perspective that we articulate with the socioanthropological approach from which we position ourselves. Mainly conducting in-depth interviews, the main objective of this article is to analyze the practices, strategies and meanings constructed by the members of INCUPO in the creation and operation of the radio literacy centers that were developed in the region from 1970 to 1982. The results refer to the meanings constructed by the members of INCUPO, educating the popular peasant and indigenous sectors through the radio. INCUPO supported a fundamental role in the literacy and empowerment of the popular sectors in the Argentine Gran Chaco through radio, in a context of Latin American influences that contributed to its consolidation as a reference in community communication and popular education.

 

Keywords: community communication; popular education; argentinian northeast; radio.

 

Introducción

El Instituto de Cultura Popular, en adelante INCUPO, es una asociación civil fundada en 1969 en el Gran Chaco argentino, con su sede principal ubicada en la ciudad de Reconquista, provincia de Santa Fe, Argentina. Surge influenciado por experiencias latinoamericanas de comunicación comunitaria y educación popular en una región culturalmente diversa que incluye comunidades aborígenes, campesinas y habitantes de barrios periféricos con economías precarias y falta de reconocimiento de sus derechos por parte del Estado (de Dios, R. y C. Vigil, 1985).

Este artículo se enfoca en las prácticas de comunicación comunitaria y educación popular de INCUPO, específicamente en los centros radiofónicos de alfabetización en el Gran Chaco argentino, activos desde 1970 hasta 1982. En consonancia con el enfoque que proponen los Estudios Culturales, retomamos la perspectiva sociocultural que articulamos con el enfoque socioantropológico desde donde nos posicionamos. Desde este lugar, el objetivo principal de este escrito es analizar las prácticas, estrategias y sentidos construidos por INCUPO y sus integrantes en la creación y operación de los centros radiofónicos en la región del Gran Chaco argentino. En este sentido, también nos proponemos identificar y explorar los procesos latinoamericanos que influyeron en la formación de INCUPO como una organización dedicada a la educación popular y la promoción del derecho a la comunicación en las comunidades indígenas y campesinas del Gran Chaco argentino.

El artículo demuestra que INCUPO desempeñó un papel fundamental en la alfabetización y empoderamiento de los sectores populares en el Gran Chaco argentino a través de la radio, en un contexto de influencias latinoamericanas que contribuyeron a su consolidación como referente en comunicación comunitaria y educación popular.

Estado de la cuestión

Diversas investigaciones han reconocido a INCUPO como la institución pionera en comunicación comunitaria en Argentina. Sin embargo, es importante señalar que la mayoría de estos estudios se centran en situar a INCUPO en el contexto histórico y no profundizan en un análisis detallado de su experiencia. En su mayoría, estos trabajos abordan el período posterior a la dictadura, especialmente a partir de 2008, y examinan la relación de los medios comunitarios con el Estado, las políticas de comunicación y los procesos de democratización de las comunicaciones. Algunos ejemplos de estos estudios incluyen las investigaciones de Larisa Kejval (2009), Claudia Villamayor (2015) y María Soledad Segura (2011).

Destacamos el estudio realizado por Patricia Fasano (2011) en su tesis doctoral, en la que realiza un análisis etnográfico de una emisora comunitaria de la ciudad de Paraná (Entre Ríos). En sus capítulos analiza a INCUPO considerando su importancia en las prácticas sobre comunicación comunitaria de la región. Asimismo la autora retoma el rol de la iglesia como agente fundamental en las comunidades, del sentido de la comunidad en las culturas locales, considerando las acciones del Concilio Vaticano II al instalar la preocupación por la pobreza y la desigualdad social en el mundo a fines de los 60/70. Por otro lado, algunas investigaciones se enfocan en el análisis del Periódico Acción, una práctica comunicacional de INCUPO que se desarrolló desde 1972 hasta 2020, como lo documenta Gustavo Gramajo (1995). Este autor argumenta que el Periódico Acción de INCUPO es “uno de los primeros intentos para nuestro país de comunicación alternativa para los sectores rurales socialmente desfavorecidos del norte argentino” (1995: 6-7). Por su parte, Nadalich (2014), realiza un análisis comunicacional del Periódico Acción de INCUPO, focalizando en la presencia de temáticas aborígenes y al modo en que dichas piezas comunicacionales son producidas a través del Área Aborigen de la organización, investigando su actualidad histórica, política y social de la institución. El Periódico es considerado como un medio de comunicación al servicio de los sectores populares y una herramienta de cambio. Gardella (2021) considera a INCUPO y su práctica de los centros radiofónicos de alfabetización, “Juntos Podemos”, para hacer un paralelismo con una política del gobierno nacional argentino, “Seguimos Educando”, que en contexto de pandemia ordenó que las radios emitieran programación educativa. Además, existen trabajos que examinan los primeros años de INCUPO, como el estudio realizado por Rubén de Dios y Carlos Vigil en 1985.

Consideramos también investigaciones que puntualizan en experiencias de prácticas comunicacionales comunitarias relacionadas a la experiencia de INCUPO. María Cristina Cabral (2013) remite a la historia y proyección de ALER, Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica, impulsora de importantes debates que han nutrido el campo de la comunicación y la educación popular en toda la región. En 2009 inició un proceso de innovación institucional inspirado en los debates posdesarrollistas y la construcción del Buen Vivir, incorporados en las constituciones de Bolivia y Ecuador. El proceso se denominó ALER 2020 y fue “tocando y aprendiendo” –tal es el eslogan de la campaña– en las radios populares y comunitarias de América Latina y el Caribe. El desafío que le plantea ALER 2020 a las radios es repensar el “para qué” de la comunicación y la educación popular hoy y en qué medida puede ser relevante para contribuir a la construcción de comunidades felices, con modos de vida sostenibles, apartándose del mandato de “desarrollo”.

Carranza Garzón (2010) de Colombia analiza a la organización social Acción Cultural Popular (ACPO), creadora de Radio Sutatenza, cuna de las escuelas radiofónicas, de donde se inspira INCUPO para realizar sus prácticas comunicacionales en Argentina. En esta línea Parra Rincón (2019) investiga a ACPO en su historia y en la construcción de la noción de Nación. Hernández y Marchesi (2008) analizan 60 años de la radio popular y comunitaria en Latinoamérica exponiendo las experiencias de las escuelas radiofónicas y las radios mineras.

Enfoque teórico

Concebimos a los medios como espacios de poder y de política, "escenarios de representación de lo social y a la vez lugares de circulación de puntos de vista, de sistemas más o menos plurales de interpretación." (Uranga, 2007: 1) Entendemos a la comunicación como un proceso social de producción, intercambio y negociación de universos culturales ubicándola en el espacio de las relaciones entre sujetos, enmarcados en contextos sociales y culturales, tal como argumenta Jesús Martín Barbero (2010). Retomamos los estudios de María Cristina Mata (1998) que considera a la radio como una relación comunicativa, resaltando los espacios de interacción y de diálogo que habilita, y también los aportes de Villamayor (2015) que la analiza como un hecho cultural, posibilitadora de construcción de comunidades y sentido social.

Definir la comunicación desde esta perspectiva se ubica en la línea de pensamiento latinoamericano de comunicación y cultura, retomando los análisis de Jesús Martín Barbero (2010), Rosa María Alfaro Moreno (2000) María Cristina Mata (2000) y Claudia Villamayor (2015). Esta línea apunta a trascender el aspecto estrictamente técnico y del desarrollo de habilidades tanto de elementos discursivos como de los medios, para ubicarlo sobre todo en el espacio de las relaciones entre sujetos, enmarcados en contextos sociales y culturales. Esto nos posibilita entenderla como un espacio estratégico que abarca el complejo y conflictivo proceso de producción de sentido social y, por lo tanto, como lugar de poder en la configuración de nuevos modelos de sociedad que permitan articular las dimensiones materiales y simbólicas de producción de la comunicación. Esto nos lleva a considerar que "lo hegemónico" implica necesariamente una "contrahegemonía o hegemonía alternativa" (Williams, 2009: 70). La hegemonía resulta así un "proceso activo", una interconexión y organización de significados, valores y prácticas.

Consideramos que las experiencias de los medios de comunicación comunitarios son "prácticas de comunicación que tienen por sujeto a los grupos populares y que buscan alterar las relaciones de poder hegemónicas, al potenciar la expresión de quienes habitualmente no tienen la posibilidad de ejercer su derecho a la comunicación." (Fasano y Roquel, 2015: 2). Estas experiencias fueron denominadas como "comunitarias", "populares", "ciudadanas", "alternativas", "truchas" tal como se analiza en el trabajo de Larisa Kejval (2009). En líneas generales, se caracterizan por proyectarse desde una estructura horizontal, dialógica y participativa frente a la verticalidad de los medios hegemónicos, con un fuerte sentido crítico, contracultural y contrahegemónico, generando otros discursos y agendas, otras miradas en contraposición al poder de los medios masivos, asociadas a estrategias para un cambio social desde la comunicación de todos los sectores sociales, para que sean reconocidas sus "voces" en el campo mediático, tal como señalan los autores Natalia Vinelli y Rodríguez Esperón (2004) y María Cristina Mata (2011). Asimismo, siguiendo a Máximo Simpson Grinberg (1986) los medios comunitarios se relacionan con proyectos socio-políticos y culturales que cuestionan la concentración del poder comunicacional y no poseen al lucro como orientador de sus prácticas, sino que promueven formas de comunicar que difieren a las del mercado y a las del Estado.

Una relación significativa, influenciada por la praxis de educación popular de Paulo Freire, es la de comunicación y educación que se centra en el problema de la vinculación entre lo educativo y la cultura. Prieto Castillo (1998) remite al término de comunicación educativa:

una forma de acompañamiento a procesos sociales que tome en cuenta no lo que inducimos a hacer a través de la comunicación, sino lo que logramos en aprendizajes en las relaciones presenciales o bien mediante las posibilidades ofrecidas por los medios tradicionales y las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. (1998: 331)

Uno de los pioneros en la relación entre comunicación/educación en el escenario latinoamericano fue Paulo Freire (2014), que en el clásico texto Extensión o Comunicación, llamó la atención para los procesos comunicacionales que se introducen en el actuar pedagógico libertador, afirmando que el hombre es un ser de relación y no sólo de contactos como el animal; no está simplemente en el mundo, sino con el mundo. Sobre esta perspectiva, la comunicación pasa a entenderse como relación, como un modo dialógico de interacción del actuar educomunicativo.

Otro investigador, Jorge Huergo (2006), argumenta que la relación entre comunicación y educación significa el reconocimiento del otro en una misma trama, el "nos-otros". Por su parte, Kaplún (2007) considera que la Comunicación Educativa existe para brindarle a la educación métodos y procedimientos para crear la competencia comunicativa del educando. No se trata de educar usando el instrumento de la comunicación, sino que ésta se convierta en la columna vertebral de los procesos educativos: educar por la comunicación y no para la comunicación. Dentro de esta perspectiva de la comunicación educativa como relación y no como objeto, los medios son reubicados a partir de un proyecto pedagógico más amplio.

Enfoque metodológico

Metodológicamente, en consonancia con el enfoque que proponen los Estudios Culturales, retomamos la perspectiva sociocultural (Reguillo 2004). De esta manera, se efectuó un abordaje intensivo, el cual permite adentrarnos y recuperar las perspectivas y experiencias de los sujetos sociales, sus construcciones de sentidos, la “búsqueda de su particularidad” (Orozco, 1997: 7) sin olvidar que "pequeños hechos hablan de grandes cuestiones." (Geertz, 2006: 35). Esta perspectiva sociocultural, se articula con el enfoque socio-antropológico (Achilli, 2005), también entendido como impronta antropológica (Cámpora, 2022) desde donde nos posicionamos y entendemos la existencia de cruces y diálogos fecundos con los Estudios Culturales. Se trata de una investigación con un diseño flexible, que se caracteriza por propiciar una actitud abierta, expectante y creativa por parte del investigador/ra a situaciones nuevas e inesperadas que pueden surgir durante el trayecto investigativo (Mendizabal, 2006). Se realizaron desde el 2020, 18 entrevistas en profundidad, entrevistas que consideramos como herramientas metodológicas fundamentales (Guber, 2016). Fueron tanto  virtuales como presenciales y se realizaron a integrantes (y ex integrantes) de INCUPO[1]. Las entrevistas permiten reconstruir los sentidos sociales, en paralelo al análisis de documentos del Instituto. A partir de estas entrevistas se realizó un análisis a través de lectura y relectura, y articulación teórica. Acompañando dicho análisis se relevaron documentos del Instituto.

El alcance del estudio se centra en una investigación detallada de la experiencia de INCUPO como una institución pionera en comunicación comunitaria y educación popular en el noreste argentino, desde su fundación en 1969 hasta la década de 1980.

Procesos latinoamericanos constitutivos de INCUPO

El surgimiento de INCUPO se enmarca en un período histórico de gran relevancia en América Latina, específicamente en las décadas de 1960 y 1970, caracterizadas por una aguda conflictividad social y transformaciones políticas y económicas de envergadura. Este contexto, minuciosamente examinado por García Delgado (1996), estuvo marcado por la reestructuración política y económica que desafiaba el tradicional modelo del Estado de Bienestar, dando lugar a una creciente desigualdad y al aumento del desempleo. Además, la Guerra Fría y la emergencia de dictaduras militares represivas en diversos países de la región agravaron aún más esta situación. Esta época también se distinguió por ser un periodo de movilizaciones y manifestaciones político-culturales en respuesta a la implementación de este nuevo modelo económico. Este fenómeno tuvo un impacto profundo en amplias capas sociales, fracturando el tejido social y familiar, al tiempo que inauguró un autoritarismo que sofocaba con dureza tanto la expresión verbal como las acciones disidentes.

Los procesos latinoamericanos que haremos referencia como constitutivos de INCUPO remiten a:

-                Experiencias de comunicación alternativa. En esa época se desarrollaron experiencias de comunicación alternativa en muchos países de la región, tales como escuelas radiofónicas y reporteros populares de comunidades campesinas en Bolivia promovidas por la iglesia católica; cooperativas de agricultores en Uruguay; campesinos en Ecuador; enseñanza por televisión en El Salvador y México; periodistas con la prensa nanica (en miniatura) en Brasil; y otras más en Perú; fueron estrategias practicadas para decir lo que los grandes medios no decían (Segura, 2011). La experiencia radiofónica pionera en el uso de la radio como emisora comunitaria en Latinoamérica fue la de Radio Sutatenza, en Colombia, en 1947, basado en un proyecto católico de alfabetización y promoción social campesina. Asimismo también se encontraba la experiencia de los sindicatos mineros de Bolivia, más motivados por la lucha de clases, que en 1947 inician la experiencia de las Radios Mineras, también comunitarias (Fasano, 2011).

-                Experiencias de alfabetización de adultos. Desde los años 50 y desde el norte de Brasil, Paulo Freire venía desarrollando su sistema de alfabetización con los sectores campesinos, la educación para la concientización y por consiguiente, la liberación.

-                Financiamiento de instituciones católicas europeas para el desarrollo de instituciones en nuestro suelo latinoamericano. En 1967, la Fundación Konrad Adenauer, con sede central en Alemania, inició en América Latina un programa de apoyo al desarrollo de instituciones que se valían del poder de la radio, especialmente, o de otros medios de comunicación, para su acción educativa.

-                Conformación de la Teología de la Liberación. En 1968 se realizó en la ciudad colombiana de Medellín, la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, convocada para interpretar y profundizar para América Latina los contenidos del Concilio Vaticano II, que puntualizaba en lograr el beneficio de las clases pobres y marginadas. Se conforma así la denominada Teología de la Liberación, enfocada en la liberación en lo político, económico y cultural, para superar injusticia, de pobreza y marginalidad a las masas populares y, lo que es fundamental, se le reconoce un lugar central en este proceso a la comunicación, "procurando producir modelos alternativos a los medios masivos, que posibiliten la expresión de la cultura popular." (Fasano, 2011: 37).

-                En el Noreste Argentino, en la década de los 60, el Concilio Vaticano II pone la Iglesia en actitud de cambio, los obispos organizados como Región Episcopal, acordaron un estudio sobre las condiciones de vida de la población de sus diócesis. Para ello, contrataron un equipo técnico, el DESAL (Centro para el Desarrollo Económico y Social en América Latina). A partir de este diagnóstico un grupo de católicos crea en 1965 el CEPRHU (Centro de Promoción Humana). Se define como un organismo de carácter autónomo, para actuar en el campo del desarrollo económico y social y la promoción popular bajo la inspiración de la Doctrina Social de la Iglesia Católica. Su primera tarea consistió en transformar en proyectos concretos las recomendaciones del informe que indicaba como tareas prioritarias la creación de Servicios de Educación Popular (educación fundamental, alfabetización, capacitación profesional, formación de dirigentes y militantes) y de Servicios a las Organizaciones de Base Popular, sean éstas de tipos comunitario, económico o gremial. Los proyectos dieron nacimiento a varias Instituciones, una de las cuales fue INCUPO (Documento inédito titulado “Proceso educativo en INCUPO”).

La presencia de la Iglesia Católica fue decisiva en el desarrollo de la radiofonía comunitaria en ese país, sobre todo en las décadas del ’70 y ’80, y ese impulso originario es el que en la actualidad continúa a través de ésa y otras organizaciones e instituciones (Fasano, 2011).

En esta línea, argumenta Fasano (2011): "El encuentro entre el método freireano y la Teología de la Liberación con su metodología de las Comunidades Eclesiales de Base constituirán la clave de la diseminación de los modelos alternativos de educación y comunicación en el continente." (2011: 38). De esta manera, la experiencia de INCUPO surgió con base cristiana de promoción humana que apostaba a la educación desde la comunicación radiofónica, retomando las experiencias latinoamericanas de radios escuelas, tales como las promovidas por la Iglesia Católica en la aldea andina de Sutatenza, Colombia. Así, en el aspecto comunicacional, se inspiró del modelo de radio educativa de ACPO (Acción Cultural Popular) de Sutatenza, Colombia.

En el aspecto educativo, se inspiró en las experiencias de alfabetización de adultos que se realizaban en el Nordeste de Brasil desde la década del 50. Se pensaba en aquellas épocas que el analfabetismo era una de las peores consecuencias de la pobreza. La alfabetización en la perspectiva inspirada por ese gran pedagogo que fue Paulo Freire permitía llevar a cabo un análisis crítico de la situación de vida y asumir una actitud protagónica de cambio frente a la misma, proponía una alfabetización liberadora, concientizadora.

INCUPO desde sus inicios se involucró e incidió en procesos de organización por el derecho a la comunicación y la democratización de la palabra. Fueron partícipes de ALER (Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica)[2] que también comenzó con el propósito de alfabetizar a través de la radio. La mayoría de las radios[3] pertenecían a congregaciones religiosas, mayormente jesuitas, de la Iglesia Católica. INCUPO integraba la Junta directiva de ALER, hasta fines del 2020, y participaba enviando información para los noticieros y generando instancias de capacitación: “Se hacían pasantías, estadías, seminarios, diferentes actividades de capacitación siempre en función de las temáticas que ALER está abordando, la temática indígena, de la mujer, la cuestión de los migrantes.”(Entrevista, N°7, 15/09/2021, Luis, Comunicador en INCUPO, 1979 - 2020, Chaco).

De esta manera, INCUPO nace en 1969 como Asociación Civil sin fines de lucro con los objetivos de alcanzar una educación integral del adulto, crear estructuras comunitarias, construir para ello medios interpresenciales y de comunicación. Se proponía la educación popular y la organización de estructuras de base como forma de superar las situaciones de marginalidad y tender a una mayor participación.

Breve caracterización de INCUPO

INCUPO surge en 1969 en el norte de Santa Fe, en la ciudad de Reconquista. Allí se encuentra al día de hoy, la oficina central y el centro de capacitación. Luego se fue expandiendo hacia Formosa, Chaco, Corrientes, Misiones, Entre Ríos, Santiago del Estero, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Jujuy y Salta. En los comienzos tenían diferenciadas dos grandes regiones, el noreste (NEA) y el noroeste argentino (NOA). Actualmente el área de incidencia de INCUPO es Santiago del Estero en el NOA y el norte de Santa Fe, Formosa, Chaco y Corrientes en el NEA:

Se dejó Misiones, se dejó Entre Ríos, se dejó Tucumán, Salta y Jujuy, se dejó Catamarca. Al comienzo fue la radio la herramienta principal para llegar a cada uno de los del norte argentino. Después los promotores, en cada una de las provincias teníamos una oficina donde había un responsable y un equipo de trabajo con educadores, comunicadores, técnicos. La radio y el periódico nos permitían duplicar o triplicar la llegada presencial. (Entrevista, N°3, 03/12/2020, Luis, Comunicador en INCUPO, 1979 - 2020, Chaco)

Fueron creando proyectos provinciales y así nacieron “pequeños incupitos[4]: “pequeñas y no tan pequeñas instituciones que amplíen el trabajo de INCUPO, que sostengan el trabajo de INCUPO pero ya con sus propias lógicas, sus propias dinámicas.”(Entrevista N°3, 03/12/2020, Luis, Comunicador en INCUPO, 1979 - 2020, Chaco) En este sentido, “INCUPO no puede abarcar toda la problemática que hay en una comunidad pero sí lo hacía en articulación con otras instituciones. Tales como el INTA, Cáritas, la Secretaría de Agricultura Familiar, con Desarrollo Social, con Universidades.” (Entrevista 9, 23/09/2021, Araceli, Ingeniera Agrónoma, 2004, Formosa)

La estructura de INCUPO está compuesta por una asamblea con integrantes del instituto y socios activos. Dicha asamblea se reúne una vez al año y cada tres años se eligen autoridades. Actualmente está formada por una comisión directiva, los programas de acción directa (alimentación, ambiente saludable, derechos indígenas, educación para la ecociudadanía); la unidad de comunicación, de administración y de monitoreo y evaluación, que dependen de la comisión directiva.

A lo largo de los 51 años de existencia, las estrategias fueron cambiando:

[...] en los comienzos los equipos de provincias eran muy numerosos. También los recursos. Con el tiempo las fuentes de financiamiento fueron reduciéndose y el trabajo de terreno también. Además las organizaciones comunitarias, locales, zonales se fueron estructurando y logrando mayor autogestión, lo que facilitó la reconversión de INCUPO y su rol, el que pasó a tener características más de gestión. (Entrevista N°1, 17/11/2020, Luis Comunicador en INCUPO, 1979 - 2020, Chaco)

Reconocen desde INCUPO que: “se reflexionaba mucho sobre las prácticas, se analizaba desde distintas miradas y eso de que puedan analizar tu práctica te lleva a que todos los demás admiren y analicen y critiquen y se fortalezcan” (Entrevista 9, 23/09/2021, Araceli, Ingeniera Agrónoma, 2004, Formosa).

Un rol importante en los comienzos fue el “promotor”. El "promotor" solía visitar las comunidades indígenas y campesinas con el propósito de identificar las "necesidades sentidas", es decir, aquellas que las mismas comunidades percibían como urgentes. A partir de esta identificación, se iniciaban las actividades. Por lo general, se convocaba a una reunión comunitaria en lugares como la capilla, la escuela o centros vecinales, y se utilizaba material audiovisual como recurso para estimular la conversación y la participación. A medida que las comunidades campesinas e indígenas maduraron en términos políticos y establecieron sus propias organizaciones con la capacidad de presentar sus propuestas a nivel político nacional, el enfoque y la dinámica de este "trabajo en terreno" experimentaron cambios.

También se encontraba el rol de monitor, era un miembro de la misma comunidad donde se incidía, que recibía una capacitación especial en los centros radiofónicos para hacer de nexo entre el programa de radio y la comunidad. Las tareas que tenía a su cargo eran la matriculación de los miembros para recibir el material didáctico, supervisión del centro y entrega de diploma al terminar el ciclo. 

Otro rol importante era el “técnico”, dado que se trabajaba el tema de la producción: “las actividades que se organizaban en cada una de las comunidades, tenían ese carácter, carácter productivo entonces ahí hacía falta la participación de un técnico según sea la materia.” (Entrevista, N°2, 01/12/2020, Luis, Comunicador en INCUPO, 1979 - 2020, Chaco)

Con respecto al financiamiento, la principal fuente de INCUPO fueron agencias europeas vinculadas con la iglesia (católicas, Universal, ecuménica). Asimismo, pudieron conseguir algunos proyectos del gobierno argentino, a partir de los cuales financiaron programas de radio y videos. Argumentan que “con los Estados siempre fue una relación compleja, porque es difícil entender la razón de ser de una organización social que no pide chapas, ni bolsones de comida, ni remedios, sino que plantea la defensa del derecho a la tierra y los territorios, la defensa del medio ambiente.” (Entrevista N°3, 03/12/2020, Luis, Comunicador en INCUPO, 1979 - 2020, Chaco)

Durante el 2020 la agencia alemana que mayor aporte estuvo realizando al Instituto, llamada Misereor, se va de Argentina y deja de financiar sus proyectos. El efecto que esto ocasionó en INCUPO fue que "de los 40 que somos van a quedar menos de 10 así que estamos como de duelo en este momento." (Entrevista N°3, 03/12/2020, Luis, Comunicador en INCUPO, 1979 - 2020, Chaco). Por lo que se comienza a focalizar en un área de trabajo que es la de movilización de recursos, utilizando sobre todo las redes sociales para captar fondos. A esta área se le suma la agricultura familiar campesina, la recuperación de los territorios indígenas y el mejoramiento del hábitat, unidad de comunicación (mundo digital, comunicación popular, campañas comunicacionales, periódico acción etc), educación para la eco ciudadanía, justicia climática. Actualmente “nosotros acompañamos todo el proceso de trabajo con las organizaciones de escribir el proyecto, de pensar el proyecto, escribirlo, gestionarlo, y un porcentaje de ese fondo viene para asistencia técnica y capacitación para programas.” (Entrevista N°6, 29/04/2021, Silvia, Educadora en INCUPO, 2006, Santa Fe)

Prácticas de comunicación comunitaria y educación popular

INCUPO accionó desde sus inicios para que

las organizaciones tengan su propio comunicador y fortalecer las radios locales con vocación de integrarse a una comunidad, de difundir mensajes comunitarios, aunque no sean radios comunitarias. Si veíamos que había una práctica comunitaria nos acercábamos para fortalecerla con capacitación, con producción, con equipamiento. (Entrevista N°3, 03/12/2020, Luis, Comunicador en INCUPO, 1979 - 2020, Chaco)

Para los y las integrantes de INCUPO, las prácticas de comunicación comunitaria y educación popular están estrechamente ligadas a los argumentos de la praxis de Paulo Freire. En este sentido los mismos expresan que:

la educación tiene que ser transformadora, tiene que ayudarme a cambiar algo, a cambiar mi realidad, cambiar cómo veo la realidad y desde ese lugar Incupo tiene como una cuestión muy especial que es como esta posibilidad de crear cosas, pensando cuáles son los desafíos de la realidad. (Entrevista N°6, 29/04/2021, Silvia, Educadora en INCUPO, 2006, Santa Fe).

Asimismo, puede reconocerse los argumentos de quienes investigan esta línea (Huergo (2006), M. Kaplún, 1998, Prietto Castillo, 1998). Huergo (2006) reconoce la relación entre comunicación y educación en su enfoque de la comunicación educativa. Él sostiene que la comunicación es un proceso inherente a la educación y es fundamental para la interacción, el aprendizaje y la construcción de significados. Huergo destaca la importancia de una comunicación efectiva y significativa en el aula, tanto en la transmisión de conocimientos como en la promoción de la participación activa de los estudiantes. Además, considera que la comunicación educativa debe fomentar el desarrollo de habilidades comunicativas, el pensamiento crítico y la capacidad de expresión de los estudiantes. Prieto Castillo (1998) remite el término de comunicación educativa a:

una forma de acompañamiento a procesos sociales que tome en cuenta no lo que inducimos a hacer a través de la comunicación, sino lo que logramos en aprendizajes en las relaciones presenciales o bien mediante las posibilidades ofrecidas por los medios tradicionales y las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. (1998, p. 331).

Es decir, remite a la comunicación centrada en el aprendizaje y el interaprendizaje. Por su parte, Kaplún, G (2007) considera que la Comunicación Educativa existe para brindarle a la educación métodos y procedimientos para crear la competencia comunicativa del educando. No se trata de educar usando el instrumento de la comunicación, sino que ésta se convierta en la columna vertebral de los procesos educativos: educar por la comunicación y no para la comunicación. Dentro de esta perspectiva de la comunicación educativa como relación y no como objeto, los medios son reubicados a partir de un proyecto pedagógico más amplio. En este sentido, tanto Freire como Kaplún entienden conceptos como «contexto sociocultural», «Comunicación» y «Educación» como una relación y no como áreas que deban tener su objeto de estudio disputado. Sería interesante y necesario para el análisis trascender la individualidad de los conceptos de comunicación y educación, y tomar esta articulación como punto de partida y horizonte; como herramienta que nos permite analizar desde un campo más rico en significación y transformación.

La vocación de INCUPO desde su gestación fue la articulación entre la comunicación radiofónica y la educación popular. A lo largo de su historia, su enfoque, sus estrategias, fueron cambiando. Sin embargo, desde su creación se mantuvieron cuatro grandes temas: la realidad concreta como punto de partida de todo tipo de acciones; el respeto a la integralidad de las personas; la organización comunitaria; y la cultura popular.  INCUPO surgió apostando a la educación popular desde la comunicación radiofónica:

INCUPO nace para alfabetizar. Y no alfabetizar de cualquier manera sino con un método que es el de Paulo Freire, que es la alfabetización y concientización de las personas, que a la par de aprender a leer y escribir descubrieran porqué viven la situación que viven y tratar de cambiarla. (Entrevista N°2, 01/12/2020, Luis, Comunicador en INCUPO, 1979 - 2020, Chaco).

Para INCUPO la “estrategia que mejor y que más nos define es la educación popular.” (Entrevista N°2, 01/12/2020, Luis, Comunicador en INCUPO, 1979 - 2020, Chaco). En este sentido, las instancias de capacitación son inherentes a las acciones de INCUPO. Algunas apuntan a la formación de organizaciones de base, tales como los cursos EFI (Educación Fundamental Integral) que se iniciaron en 1973.

La manera de proceder y reunirse en ese contexto de dictadura[5] era solicitando un permiso a la policía y enviaban un agente que participe de la reunión: “no se hablaba de política, se hablaba de cosas que no tenían en apariencia vinculación con la política ni con la situación que vivía el país.” (Entrevista N°2, 01/12/2020, Luis, Comunicador en INCUPO, 1979 - 2020, Chaco)

Otras capacitaciones son de formación institucional. En 1984, realizaron una capacitación junto ALER donde aprendieron todo lo referido a la comunicación y estrategias de acercamiento a las comunidades

que venía con muchos miedos y mucha incertidumbre por todo lo que fue la dictadura militar, ahí nace un poco la comunicación comunitaria que tratábamos de promocionar e impulsar que la gente pueda expresarse y los podamos grabar y ahí empezamos con los programas radiales. (Entrevista Nº8, 16/09/2021, Jorge, Comunicador en INCUPO, 1985, Corrientes)

Durante la década de 1980, el grupo que se encontraba en el área de comunicación, realizaron varias capacitaciones, con Mario Kaplún. Jorge resalta la importancia de estas capacitaciones para las prácticas de comunicación de INCUPO:

¿por qué era bueno esto? porque nosotros empezamos después de los 80 a trabajar con el sector rural y era un sector que venía con muchos miedos y mucha incertidumbre por todo lo que fue la dictadura militar, en nuestro región la dictadura militar fue muy fuerte sobre todo con las ligas agrarias en ese entonces, ahí nace un poco la comunicación comunitaria de Incupo que tratábamos de promocionar e impulsar que la gente pueda expresarse. [...] Nosotros empezamos con lo que es la capacitación, la formación de comunicadores populares, es decir, tratábamos de que las mismas organizaciones campesinas e indígenas tengan sus propios periodistas, sus propios locutores, sus propios comunicadores, en eso también nos consideramos un poco pioneros, digamos, de que empezamos a trabajar ese tema. (Entrevista N°8, Jorge, 16/09/2021, Comunicador en INCUPO, 1985, Corrientes).

Iniciado el período democrático en 1983, el panorama económico-social heredado consta de un incremento de los problemas sociales y una deuda externa impagable. Sin embargo, “se reestructuran todas las organizaciones campesinas e indígenas en todas las provincias donde INCUPO estaba.” (Entrevista, N°2, 01/12/2020, Luis, Comunicador en INCUPO, 1979 - 2020, Chaco).

En la década de los ‘90, ante la inclinación del Estado hacia los sectores poderosos de la sociedad y la marcada presencia del mercado, ocurren cambios en INCUPO, que incide en la estructura interna como en los modos de llevar a cabo la tareas de promoción y desarrollo rural. Antes el sujeto social que era receptor de acción de INCUPO era el sector campesino, aborigen, cosechero, asalariado. En esta etapa, se amplía, sumándose mujeres, jóvenes, pequeños y medianos productores que piden asesoramiento y familias de pequeños pueblos en general changarines o empleados. Con una mirada retrospectiva:

lo que aflora es el protagonismo que asumieron tanto mujeres como varones de las comunidades indígenas como las comunidades campesinas que antes no levantaban la voz y que sin embargo hoy tiene su propia mirada, se plantan expresando lo suyo, su sentir, su saber, su valor en cada uno de los lugares donde están. (Entrevista N°4, 07/04/2021, Antonia, Comunicadora en INCUPO, 1972-2007, Reconquista).

De esta manera, desde año 2000 en adelante los desafíos que surgen del contexto, obligan a la Institución a seguir pensando en su propuesta educativa de manera tal que esté en consonancia con los nuevos escenarios.[6] En este sentido, “Incupo iba viendo desde qué lugares podía aportar, desde la educación, desde la salud, desde los derechos al trabajo y a la tierra.” (Entrevista Nº9, 23/09/2021, Araceli, Ingeniera agrónoma, 2004, Formosa).

En paralelo, hay un crecimiento de las comunicaciones y las tecnologías, concentrado en grandes corporaciones (Documento inédito “Proceso educativo en INCUPO”, 2005). En este sentido, una de las características estratégicas de la conducción de INCUPO era la “apertura, no el cerrarse sino el construir con otros.”(Entrevista N°4, 07/04/2021, Antonia, Comunicadora en INCUPO, 1972-2007, Reconquista).

La intención de INCUPO y “su postura era que realmente la gente tuviera la posibilidad de tener su propio medio, que se reflejara su propia cultura” (Entrevista N°4, 07/04/2021, Antonia, Comunicadora en INCUPO, 1972-2007, Reconquista), sin embargo “ejercitar el derecho a la comunicación no es sólo tener una radio comunitaria, sino tener un marco jurídico, un marco legal que te permita funcionar.” (Entrevista N°7, 15/09/2021, Luis, Comunicador en INCUPO, 1979 - 2020, Chaco)

Desde el año 2000, INCUPO ha enfrentado nuevos desafíos, como la creciente concentración de medios en grandes corporaciones. Buscan promover el derecho a la comunicación y reflejar la cultura local, además de enfocarse en educación, salud y derechos laborales y de tierra.

Los Centros Radiofónicos de INCUPO

La estrategia para llevar a cabo la alfabetización fue la creación de los centros radiofónicos. La primera transmisión de programas de alfabetización se realizó el 21 de septiembre de 1970. Estos programas llegaban a las comunidades a través de la entrega de un conjunto de materiales que incluían cartillas, láminas con letras y números, así como palabras generadoras. La elección de la radio como medio se debió a su bajo costo y su capacidad para llegar a un amplio público.

Un rol importante en los comienzos fue el del "promotor". Este visitaba a las comunidades indígenas y campesinas para descubrir "las necesidades sentidas” que eran aquellas que las mismas comunidades sentían "como urgente" y a partir de ahí empezar a trabajar: "¿Cómo se empezaba a trabajar? generalmente se convocaba a una reunión comunitaria en la capilla o en la escuela o en algún centro así vecinal donde, para motivar la conversación, compartíamos algún material audiovisual." (Entrevista, N°2, 01/12/2020, Luis, Comunicador en INCUPO, 1979 - 2020, Chaco)

Era un miembro de la misma comunidad donde se incidía, que recibía una capacitación especial en los centros radiofónicos para hacer de nexo entre el programa de radio y la comunidad. Esto nos remite a que "la radio comunitaria es un hecho cultural, constructora de sentido socio-político, capaz de generar comunidades culturales y no sólo las marcadas por una geografía particular." (Villamayor, 2014: 92) Las tareas que tenía a su cargo eran la matriculación de los miembros para recibir el material didáctico, supervisión del centro y entrega de diploma al terminar el ciclo. En una de las entrevistas con Luis, nos comenta:

en el año 79 me sumé al Instituto de cultura popular como promotor le llamamos nosotros. El promotor era, digo era porque ya no existe más esa figura un trabajador social todo terreno. ¿Por qué todo terreno? Primero porque estaba en terreno, estaba en los territorios y hacía trabajos con las familias que deseábamos acompañar. Cada promotor tenía asignada una zona y a mí me tocaba picos Bermejo de la provincia de Chaco con cabecera en un pueblo que se llama La Leonesa. Entonces mi trabajo como promotor, el trabajo de todos los promotores es ir a visitar la familia, ver cuáles eran las necesidades sentidas. (Entrevista, N°2, 01/12/2020, Luis, Comunicador en INCUPO, 1979 - 2020, Chaco)

En cuanto a la producción contaban con programas en vivo. Se producía un programa semanal en AM Amanecer de Reconquista (Santa Fe) y otro en AM Solidaridad, Añatuya (Santiago del Estero). En 1993 formaron una una fundación que se llama fundación San José con el Obispado de Reconquista  y esa fundación creó Radio Amanecer. Se emitían dos programas: "Juntos Podemos" (en el aire hasta fin del año 94), con una audiencia organizada con programa sistemático dirigido a los Centros Radiofónicos, es decir, grupo de personas con su monitor. El otro programa era "Este Norte, Nuestro", con audiencia abierta para todo público. Los objetivos de estos programas eran fortalecer los sistemas de vida rural y el espacio comunicacional para compartir vivencias, capacidades, procesos y propuestas que van construyendo las familias rurales, e incentivar la formación de comunicadores populares en las comunidades y / o grupos para facilitar su propia expresión: “nos interesa que las organizaciones que acompañamos recuperen la voz, la palabra, no queremos hablar por ellos, queremos que ellos retomen la palabra.” (Entrevista, N°3, 03/12/2020, Luis, Comunicador en INCUPO, 1979 - 2020, Chaco)

El programa “Juntos Podemos” de INCUPO eran micros radiofónicos que abordaban problemáticas propias de las zonas rurales del NEA y NOA; temas/problemas que tenían que ver con la pobreza, el hambre, la falta de viviendas, la atención de la salud, el analfabetismo en adultos, la deserción escolar, la carencia de organizaciones que representaran a los sectores más desposeídos. A partir de palabras generadoras y de un universo vocabular propio de la realidad donde vivían, se utilizaban como refuerzo de las emisiones radiofónicas una serie de cartillas con la presencia de promotores que orientaban y coordinaban la escucha junto a los pobladores rurales campesinos que escuchaban y compartían el programa.

En ese recorrido INCUPO reconoce que en los primeros cuatro años (1970 a 1974) los micro- programas radiofónicos se dirigían a un público disperso, a una audiencia abierta porque el propósito era formar –con la ayuda de los promotores- Centros Radiofónicos en las comunidades; de una audiencia abierta se proponía construir una audiencia organizada. Este concepto que agrupaba contenidos de índole general y que tenía a la alfabetización como eje de acción, fue modificándose a través de 3 líneas de acción: incremento de la comunicación interpersonal en el territorio, mayor interrelación y complementariedad entre los distintos dispositivos comunicacionales y apertura a problemáticas relacionadas directamente con la población a quienes se dirigían los micros más que temas que respondieran a currículas escolares cerradas.

En 1972 comenzaron a producir el Periódico Acción. Se trata de una publicación mensual que se distribuía en el norte del país, dando a conocer su propuesta, posibilitando un espacio comunicacional a las comunidades rurales e indígenas quienes habitualmente no tienen acceso a los medios de comunicación. Formó parte de lo que denominaban “estrategia de multimedios” junto a la radio, las cartillas, el monitor y los folletos:

Al principio se hacía todo en Reconquista. Cuando se crea INCUPO se crea con la radio como una de sus principales herramientas, entonces la oficina central tenía dos salas de radio con todo el equipamiento que te puedas imaginar, el mejor micrófono, la mejor consola, los mejores grabadores, todas salas acustizadas con paneles acústicos. Con ese equipamiento se hacían los programas de alfabetización. En aquel tiempo, en los 70 se trabajaba con cintas abiertas, y  se mandaban a las radios de toda la región. Cada radio las usaba y luego las devolvía y se le daba una nueva y así. Con el tiempo esas cintas fueron quedando de lado y se empezó a usar el cassette, o sea, hubo que reemplazar esos grabadores de cinta abierta por los cassettes. Y ahí ya se empezaban a hacer algunas cosas, no sólo en Reconquista sino también en las provincias. Obviamente después del cassette ya vino el CD, el disco compacto y yo te diría que a partir de la década del 90, a comienzos de la década del 90 la producción radial se fue descentralizando de Reconquista, también porque ya no teníamos la exigencia de un programa de alfabetización diario que había que sacar todos los días de la producción para que llegue a todas las radios. Ya eran programas semanales, en vivo muchos de ellos. Ya no se usó tanto la grabación sino que se editaban notas y esas notas se llevaban a la radio para ser difundidas en el momento que el programa salía al aire. Así fue, primero empezó en Reconquista y luego se fue descentralizando a Corrientes, Resistencia, Añatuya, Santiago del Estero, Formosa. (Entrevista, N°3, 03/12/2020, Luis, Comunicador en INCUPO, 1979 - 2020, Chaco)

Pese a estas condiciones de producción y estrategias se enfrentaron a una situación: “con los años aprendimos que solamente leyendo y escribiendo la situación socioeconómica no se resolvía. Una vez nos dijo un campesino de Formosa: ¿y yo para qué quiero aprender a leer y escribir si voy a seguir siendo pobre?”(Entrevista, N°2, 01/12/2020, Luis, Comunicador en INCUPO, 1979 - 2020, Chaco) Entonces, había que cambiar de estrategia, o mejorarla. Fueron sumando temáticas a la educación popular, tales como educación para la salud, para la vida familiar, para el trabajo, la producción, la formación política, ampliando la propuesta educativa.

Desde 1974, podemos ver en las evaluaciones internas en asambleas, se han observado tanto las posibilidades como los desafíos de las tareas realizadas a cabo en la región. El Documento interno de 2005 describe estos aspectos de la siguiente manera: se ha visto un rápido crecimiento en la cantidad de centros de alfabetización, pero también un aumento en la deserción de sus participantes; se ha logrado alfabetizar un gran número de adultos, pero se considera más importante alcanzar una audiencia abierta que una audiencia sistemática; además, se ha detectado una falta de continuidad entre la motivación generada en los centros y la puesta en práctica de acciones concretas en la educación radiofónica. A partir de estas evaluaciones, se inició una reformulación de las estrategias de acción, reconociendo la necesidad de combinar de manera más efectiva los medios masivos con los medios interpersonales y realizar estudios de audiencia para conocer mejor a la población objetivo. Esto llevó, en los años 76-78, a la etapa de los modos operativos que tenían para el trabajo con las comunidades:

-Modo operativo A: programas radiofónicos de audiencia abierta para grupos no organizados, acompañados del Periódico Acción.

-Modo operativo B: programas radiofónicos sistemáticos para alfabetización y capacitación de grupos organizados, apoyados por el Periódico Acción, cartillas, láminas y una red interpersonal variable según los casos: maestro, instructor, delegado zonal, promotor, monitor.

-Modo operativo C: programas radiofónicos de educación comunitaria y organización de comunidades de base para la concientización de grupos de decisión y de trabajo con componente económico: “si bien la alfabetización era importante y necesaria pero había que sumar otras cosas: todo lo relacionado con el trabajo rural, producción agropecuaria, la producción de alimentos y la producción para la venta.” (Documento inédito “Proceso educativo en INCUPO”, 2005: 13)

Estos modos operativos al fin de la década del 70 van a tomar cada vez más importancia en INCUPO. Como mencionamos anteriormente, el promotor existe en INCUPO como encargado de la promoción de los centros radiofónicos de la región a la cual pertenecía. En los primeros años, la capacitación de los promotores se hacía a la par de la de los delegados zonales o formadores y alrededor de temas como: Universo vocabular, Doctrina Social de la Iglesia, metodologías de trabajo social o animación o bien la participación a eventos educativos, viajes etc. La alfabetización por radio finaliza en 1982, dado el creciente proceso de descentralización de la acción de INCUPO en las provincias. Se institucionalizan un CECAL NEA y NOA, por lo que no existe un equipo institucional de educación sino capacitadores en cada equipo provincial que tienen sus encuentros y dos referentes, miembros del equipo de  servicios. Esta intencionalidad de la intervención educativa desde la comunicación ha procurado:

Potenciar identidades y construir un proyecto común. Con nuestra intervención educativa buscamos rescatar, potenciar y hacer visible las identidades de personas, grupos y familias rurales pobres (campesinas y aborígenes). Pero ahora también buscamos hacer visible la identidad de Incupo: ¡Somos actores sociales! Buscamos la inserción política de dichas comunidades rurales en la sociedad. Y nos sentimos constructores y protagonistas de una propuesta de desarrollo que queremos sea viable en el actual contexto. (Documento inédito “Proceso educativo en INCUPO”, 2005: 18)

Iniciado el período democrático argentino en 1983, el panorama económico-social heredado consta de un incremento de los problemas sociales, una deuda externa impagable y una balanza de pagos que llevan a un desborde inflacionario. La década del ‘80 es definida por una redistribución del ingreso que beneficia a los sectores de la oligarquía financiera nacional e internacional, en detrimento de la masa asalariada del país aquejada por la caída de los niveles de ingreso y la pérdida de puestos de empleo.

Hacia fines de los 80 asistimos a una hiperinflación que, siguiendo a García Delgado (1996: 55) nos remite a una "violencia monetaria", reduciendo salarios, consumo y producción. Las demandas populares comienzan a decepcionarse de la política y se inclinan a la participación en otras formas asociativas, que se vinculan a lo socio-cultural, tales como las organizaciones no gubernamentales y fundaciones, ante el vacío de políticas sociales desde lo estatal. Sumado a esta apatía de la ciudadanía con respecto a la política, se produce a fines de los ’80 movilizaciones denominadas estallidos sociales, tales como saqueos y barriadas. En esta etapa continúa la educación permanente, progresiva y reflexiva con los Modos operativos A, B y C. y comienza a desarrollarse un proceso de descentralización promovido desde los equipos provinciales que se acentúa en la década de los 90.

 

Sentidos de los y las integrantes de INCUPO

Las prácticas de comunicación comunitaria y educación popular implementadas a través de los centros radiofónicos de INCUPO tenían como propósito fundamental, según sus integrantes, establecer un espacio de expresión para las comunidades campesinas e indígenas del norte argentino, permitiéndoles "recuperar su voz". Los entrevistados expresaron que los centros radiofónicos de INCUPO tuvieron ese sentido fundamental:

que la gente tome en sus manos el medio de comunicación y diga lo suyo, exprese lo suyo, ese es el objetivo principal.  Yo siempre digo que, o sea, mucha gente dice "queremos ser la voz de los que no tienen voz" y nosotros transformamos eso diciendo "queremos que los que no tienen voz la recuperen" que la recuperen, no ser nosotros la voz sino que ellos recuperen su propia voz y por eso nuestras notas  incluían (hablo en pasado porque el Acción ya no existe más) incluían muchos centímetros de los propios testimonios de las personas, a veces tanto que, periodísticamente, la nota por ahí perdía un poco de atractivo porque era mucho lo que la gente decía. (Entrevista 16, Luis 16/11/22, Comunicador en INCUPO, 1979 - 2020, Chaco)

Estos sentidos de INCUPO se observan en que:

nos interesa que las organizaciones, los sectores populares que acompañamos ellos recuperen la voz, recuperen la palabra, no queremos hablar por ellos, queremos que ellos retomen la palabra si es que en algún momento la perdieron o se la quitaron, entonces para eso lo que hicimos en un momento dado era capacitar comunicadores campesinos y comunicadores indígenas. (Entrevista 3, Luis 03/12/2020, Comunicador en INCUPO, 1979 - 2020, Chaco)

A partir de los relatos de las entrevistas se va evidenciando que la estrategia principal de este período será la de la educación radiofónica acompañada y complementada por la Educación interpersonal:

La verdadera comunicación es un ida y vuelta, todos somos emisores así como todos somos educadores y todos somos emisores y receptores como los educandos y los educadores. El esquema en lugar de ser de arriba para abajo es horizontal, de izquierda a derecha y de derecha a izquierda.  Ese es el sentido de la comunicación que en INCUPO, desde un principio, se impulsa, se promueve porque es  la única manera en que las personas se pueden verdaderamente desarrollar como tales. (Entrevista personal, N°7, 15/09/2021, Luis, Comunicador de INCUPO, Chaco)

De esta manera, en las entrevistas surgen que uno de los principales objetivos de los centros radiofónicos era permitir que las comunidades campesinas e indígenas "recuperaran su voz". Se enfatiza que no se trataba de hablar en nombre de estas comunidades, sino de empoderarlas para que pudieran expresar sus propias vivencias y preocupaciones:

tuve experiencia con gente de la periferia de la ciudad, los centros radiofónicos se hacían con gente de la periferia, se detectaba dónde estaba el coordinador del grupo y bueno, ese era el que nos ayudaba a dar la clase. La guía era el libro más la radio, se reunían a la hora del programa y la radio era la guía y se hacía la apoyatura para que los otros aprendan. (Entrevista Nº11, 11/03/2022, Amalia, Educadora, 1978-1982, Chaco)

Se reconoce así que los centros radiofónicos eran vistos como herramientas para empoderar a los sectores populares, especialmente a través de la capacitación de comunicadores campesinos e indígenas. La idea era que estas comunidades pudieran asumir un papel activo en la comunicación y la defensa de sus intereses. “Incupo ponía a disposición sus  medios de comunicación en función de que el sector tome la palabra” (Entrevista 10, 04/03/2022, Ernesto, Ingeniero Químico, 1994, Corrientes). Por consiguiente, se destaca que los centros radiofónicos permitieron la inclusión de voces que eran excluidas de los medios de comunicación convencionales. Las comunidades campesinas e indígenas, que a menudo eran marginadas en los medios tradicionales, encontraron un espacio donde sus historias y perspectivas eran valoradas y visibles. En este sentido

la postura era que realmente la gente tuviera la posibilidad de tener su propio medio, que se reflejara su propia cultura (...) lo que aflora es el protagonismo que asumieron tanto mujeres como varones de las comunidades indígenas como las comunidades campesinas y algunos líderes, surgieron líderes muy importante que antes  no levantaban en la voz. (Entrevista N°4, 07/04/2021, Antonia, Comunicadora en INCUPO, 1972-2007, Reconquista).

En definitiva, podemos decir que los sentidos atribuidos a la práctica de los centros radiofónicos de INCUPO se centran en la autonomía y empoderamiento de las comunidades, la promoción de la inclusión y la visibilización de voces marginadas, y la importancia de dar espacio a los testimonios directos de las personas. Estos sentidos reflejan la misión de INCUPO de promover la comunicación comunitaria y la educación popular en el contexto del Gran Chaco argentino.

Conclusiones

En este artículo, nos hemos propuesto explorar y analizar los procesos que influyeron en la construcción de INCUPO, una organización argentina dedicada a la comunicación comunitaria y la educación popular en el Gran Chaco. Nuestro enfoque se centró en las prácticas, estrategias y sentidos desarrollados por los y las integrantes de INCUPO en la implementación de los centros radiofónicos de alfabetización en esa región.

Descubrimos que la incidencia de los procesos latinoamericanos desempeñó un papel crucial en la creación de INCUPO. Estos procesos, que incluyen las radioescuelas de Colombia, los movimientos religiosos con la teología de la liberación y las prácticas educativas de Paulo Freire, contribuyeron a la concepción de una comunicación más participativa y comunitaria en lugar de una comunicación unidireccional.

En cuanto a las prácticas y estrategias en los Centros Radiofónicos de INCUPO, encontramos que fueron esenciales para promover la educación popular y el derecho a la comunicación en el Gran Chaco argentino. Estas prácticas se caracterizaron por una comunicación horizontal y bidireccional, donde educadores y educandos actuaron como emisores y receptores. Esto permitió una interacción constante y un flujo de conocimiento recíproco. La elección de la radio como medio de comunicación resultó eficaz para llegar a comunidades dispersas en una región geográficamente desafiante.

Los sentidos de esta práctica de comunicación comunitaria y educación popular se basaron en la convicción de que la educación y la comunicación son herramientas esenciales para el desarrollo de las comunidades. INCUPO se fundó en respuesta a la marginación extrema que enfrentaban diversas comunidades en el norte argentino, y su enfoque se centró en empoderar a estas comunidades para que tomen la palabra y expresen sus propias realidades, en lugar de que otros hablen por ellas.

La experiencia de INCUPO ha puesto de manifiesto la importancia de la radio como herramienta de comunicación comunitaria y educación popular, alineándose con las visiones de María Cristina Mata (1998) y Claudia Villamayor (2015), quienes destacan la radio como una relación comunicativa y un hecho cultural que fomenta la construcción de sentido social y la formación de comunidades.

La relación entre comunicación y educación, influenciada por la praxis de educación popular de Paulo Freire, ha sido un componente fundamental de la labor de INCUPO. La comunicación se ha entendido como una relación dialógica y relacional (Prieto Castillo, 1998), y los medios se han reubicado dentro de un proyecto pedagógico más amplio.

De esta manera, a través de los Centros Radiofónicos, INCUPO logró llevar adelante prácticas que promovieron la participación activa de las comunidades y la promoción de sus derechos. Estos hallazgos resaltan la importancia de la educación y la comunicación como motores de cambio social y desarrollo en contextos de marginación. Por esto, como lo expone Villamayor (2015) estas prácticas de comunicación y educación popular fueron clave para los movimientos campesinos y aborígenes que se fortalecen posteriormente en el escenario de lucha por la palabra, el reconocimiento y los espacios de poder.

Asimismo, los sentidos de estas prácticas se centraron en ofrecer un espacio comunicacional a las comunidades rurales que carecían de acceso a los medios de comunicación y en proporcionar herramientas de comunicación que favorecieran la calidad de vida, el desarrollo sostenible y la conciencia de los derechos ciudadanos.

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WILLIAMS, R. (2009). Marxismo y Literatura. Buenos Aires: Ed. Las Cuarentas.

 

 

 



[1] Aclaramos las referencias de las citas de las entrevistas realizadas que se verán en las próximas páginas: se leerá el número y fecha de la entrevista, integrante entrevistado/a, rol en INCUPO, fecha de ingreso-fecha de egreso, provincia de residencia actual.

[2] Se define como “una Red de comunicación educativa popular que promueve la participación, la inclusión, la convivencia armónica con la naturaleza; acompaña a los pueblos en la conquista de derechos; trabaja por la democratización de la comunicación y participa en la construcción de procesos para el Buen Vivir” Fuente: https://www.aler.org/node/1

[3] Actualmente son aproximadamente 85 radios en 15 países de América Latina. Está diferenciado en lo que es el cono Sur donde está Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, la zona andina donde está Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia y la zona del Caribe donde están varios países de los que llamamos Mesoamérica o América Central.

[4] En Catamarca se creó una institución llamada Bienaventurados los Pobres. En Tucumán se creó el Servicio de educación popular, SERDEP. En Santiago se creó el Programa Integral del Campesinado, PROINCA. En Formosa se creó una institución que se llama Asociación para la promoción de la Cultura y el Desarrollo, APCD. 

[5] Estamos hablando de la última dictadura cívico militar que transcurrió en Argentina desde 1976 a 1983.

[6] Particularmente, en la región de acción de INCUPO, se presenta un contexto de caída de los productos regionales, su sistema de autoabastecimiento, el éxodo del campo a la ciudad. También hubo entrega de tierra a los aborígenes en distintas provincias, a partir de las reformas constitucionales y de las luchas de las organizaciones indígenas y de las organizaciones no gubernamentales.