Reseña

Pablo Requena

Pablo Ponza y Pablo Sánchez Ceci (comps.)

Derechas, discursos políticos y medios de comunicación en la Argentina actual

Córdoba: Anarchivo. Editorial de comunicación, cultura y tecnología, 2024

Fecha de recepción: 28/09/24. Fecha de aprobación: 2/10/24.

Cómo citar:  Requena, P. (2024). “Derechas, discursos políticos y medios de comunicación en la Argentina actual” [Reseña] Pablo Ponza y Pablo Sánchez Ceci (comps.). Revista Argentina de Comunicación 12(15), 113-119.

Cinco ensayos componen el libro que la editorial Anarchivo incluye en su colección Investigaciones y que compilan Pablo Ponza y Pablo Sánchez Ceci. Sin hipérboles, cinco textos inteligentes e informados – además de escritos con claridad – que aportan a las discusiones del presente agregando a sus lectores elementos para salirse del sentido común. El libro es una herramienta para pensar la coyuntura abierta luego del ballotage de 2023, en la cual el discurso público parece haberse saturado de lenguajes autoritarios, pulsiones de muerte y debates que parecían saldados anteayer; Derechas, discursos políticos y medios de comunicación en la Argentina actual, curiosamente, fue elaborado en vísperas – resulta de un conversatorio realizado en el segundo cuatrimestre de 2022 en la Facultad de Ciencias de la Comunicación – cuando este presente a muchos nos resultaba improbable o una mera hipótesis distópica. La compilación de Ponza y Sánchez Ceci participa, además, de un momento de las ciencias sociales en nuestro país  caracterizado por intentar ejercer la responsabilidad de la inteligencia – como se decía durante la primer mitad del siglo pasado – poniendo herramientas conceptuales que permitan darle inteligibilidad al presente y por lo tanto hace sistema con una serie de publicaciones recientes cuando no recientísimas: el prematuro clásico ¿La rebeldía se volvió de derecha? de Pablo Stefanoni (2021) y los recientes ¿Por qué ganó Milei? de Javier Balsa (2024), Desquiciados (2024) y Está entre nosotros (2023) compilados por Alejandro Grimson y Pablo Semán respectivamente (por no hablar de las contribuciones que Wendy Brown y Enzo Traverso vienen haciendo sobre el particular desde hace tiempo).

Este libro tiene en común con las recientes producciones sobre el tema el partir de la constatación de que la emergencia de esta nueva derecha no puede ser explicada desde lo meramente político sino que remite a mutaciones más profundas. Los estudios aquí reunidos por Ponza y Sánchez Ceci enriquecen la mirada sobre la coyuntura: el libro se propone pensar el tiempo que se abre desde la Pandemia a esta parte como así también un periodo que puede ser pensado desde la mediana duración; cada uno de ellos piensa a las derechas y sus devenires desde una mirada histórico política (Ponza y Gabriel Montali), socio semiótica (Fabiana Martínez) y desde el giro afectivo en otros (Nerina Filippelli y Sanchez Ceci).

El artículo de Ponza (“Las derechas argentinas en el siglo XXI”) extiende y complejiza la periodización que Ana Castellani y Alfredo Pucciarelli proponen en Los años del kirchnerismo (Siglo XXI, 2017) para analizar el ciclo abierto a partir del año 2001: piensa el ciclo de los veinte años comprendidos entre 2003 y 2023 a partir de la deriva de una derecha que parte de una “dispersión orgánica” (2003-2007), continúa con una “socialización integrada” (2007-2015), tiene una experiencia de “institucionalización fallida” (2015-2019) y finalmente vive un proceso de “radicalización centrífuga de un campo de derecha en expansión y en diáspora hacia nuevos liderazgos” (2019-2023). Ponza caracteriza el periodo posterior a 2017 como un escenario en el que la sociedad civil “se inclina ahora tendencialmente a favor de proyectos liberales, conservadores republicanos”. Justamente, el artículo de Martínez (“Transformaciones del discurso social: lenguajes de derecha en contexto de pandemia”) se plantea analizar las mutaciones de la derecha a partir de la Pandemia para reconstruir la producción de una sensibilidad antidemocrática. A diferencia del trabajo de Ponza que quiere inscribir al presente en la mediana duración y en el campo de fuerzas que se liberan a partir de la crisis de 2001, elige un recorte temporal mucho más pequeño que analiza la acelerada deriva de la derecha argentina durante el tiempo del ASPO y el DISPO. La autora propone tres variables de análisis – los significantes mercado (el tópico “economía versus vida” como impugnador de la cuarentena, que constituye una declinación particular del argumento de que el mercado es un mejor organizador de recursos materiales y morales que el Estado), odio (el tópico de la permanente sospecha de corrupción del kirchnerismo y la acusación de “chorra” a la entonces vicepresidenta) y sacrificio (el tópico de la “inmunidad de rebaño” según el cual “cada individuo quedaría liberado a la enfermedad y la muerte para poder garantizar [...] la continuidad de los funcionamientos económicos”) – para reconstruir la deriva política de las derechas a partir de la Pandemia. Si el gobierno nacional entonces hablaba de cuidar la vida, el PRO y el público libertario le opusieron el argumento de los enormes costos económicos del aislamiento y proponían una resolución sacrificial y el repudio de la política en tanto se había vuelto antagonista de la libertad (de mercado). Al igual que Ponza, propone una variable temporal para pensar la política contemporánea: en su hipótesis, la Pandemia de Covid 19 favoreció una “reconfiguración de los lenguajes neoliberales previamente instalados por Cambiemos” que permitió que ganen centralidad lenguajes de derecha, más violentos y antidemocráticos, que hasta entonces habían sido marginales, vergonzantes y que estaban cancelados; en efecto, las intervenciones en el espacio público pandémico fueron corriendo el límite de lo decible, audible y repudiable. La autora encuentra que ese fue el momento en que se dió un reequilibramiento dentro de las derechas y desplazando hacia el pasado a la derecha que se presentaba como moderna, empresarial y post ideológica encarnada por el PRO  a otra, neoliberal en lo económico y conservadora en lo moral. Un programa radicalizado y en el borde de la democracia como el que propone La Libertad Avanza es, en este análisis, el resultado de los desplazamientos y erosiones simbólicas sucedidos a partir de la Pandemia.

El artículo de Montali (“Infiltrados, perversos y manipuladores: figuras de la enemistad y postulados supremacistas en las obras de Osiris Villegas y Agustín Laje”) propone comparar los aportes intelectuales de Laje (en El libro negro de la nueva izquierda, 2016) con los de Villegas (en Guerra revolucionaria comunista, 1962) en tanto intelectuales orgánicos de las derechas, comprometidos con la defensa del orden capitalista, occidental y cristiano frente a la amenaza marxista transfeminista y comunista, respectivamente. Resulta interesante observar cómo el autor opta por tematizar cómo la nueva derecha piensa los antagonismos político culturales y lo hace eligiendo un modo de análisis comparativo y recurriendo a los hombres de ideas. El análisis de Montali no deja de ser seductor en tanto avanza en el terreno del fenómeno de las prolíficas bibliotecas que las nuevas derechas han sido capaces de producir en los últimos años y demuestra una lectura minuciosa de Laje, aunque creo que no se trata de figuras comparables. Tanto por el volúmen específico de cada uno – Villegas es un técnico de la guerra contrainsurgente (uno de los introductores de la Doctrina de Seguridad Nacional en nuestro país) que produjo saberes al respecto y que, además, tuvo responsabilidades de gestión estatal mientras que Laje es apenas un troll –  como por el hecho de que el anticomunismo de Laje es anacrónico en relación con el de Villegas: tal como el autor constata, el cordobés utiliza argumentos de la Guerra Fría son más propios de 1962 que de la geopolítica de nuestro presente.

El artículo de Filippelli (“En el nombre del Cambio: hospitalidad y sacrifico en la escena política argentina”) analiza la escenificación de la proximidad (por ejemplo, los “timbreos”) en la comunicación política electoral del macrismo – es decir, la fantasía neoconservadora de una sociedad sin mediaciones políticas, replegada al ámbito íntimo, familiar – a partir de los usos de la hospitalidad y el sacrificio en la comunicación del candidato, luego presidente, Maurico Macri. Es decir que se detiene en el proyecto trunco de la nueva derecha que tuvo una existencia fulgurante a finales de la década de 2020 – en 2015 se transformó en el primer proyecto electoral abiertamente conservador en ganar una elección libre desde 1916 y en 2019 terminó siendo un oficialismo incapaz de garantizar su reelección – y que ahora parece quedar claro que no fue más que una estación del recorrido de un público de derechas que fue, como lo demuestra Martínez, perdiendo la expectativa en la democracia como un valor en sí mismo. La autora reconstruye una parte central de la estrategia comunicacional del PRO consistente en presentar a su candidato como recién llegado, no imbuido de los vicios de la política partidaria, que propone un modo de encuentro alternativo a las formas clásicas de interacción ritualizada en política (el espacio público, la plaza, el acto, las multitudes) basado en la cordialidad y la escucha: el encuentro simétrico y empático cara a cara entre el candidato y la gente; en este mundo replegado a lo privado, el (auto)sacrificio, el esfuerzo individual y el mérito son virtudes que se deben aprender, en el marco de una pedagogía del mercado que enseñe a superar el presentismo de esperarlo todo del Estado. Este trabajo es el complemento justo para contrastar con el resto de los artículos del libro y tematizar el fracaso de las derechas en construir una apuesta moderna y post ideológica que se autopercibía como definida desde valores positivos y posmateriales.

El texto de Sánchez Ceci (“Las fibras del odio: venganza, vergüenza y victimización”) propone analizar la discursividad de las derechas pensando los discursos de odio, cuya sombra se cierne sobre la democracia argentina a partir de aquellos tres afectos- pasiones tristes: venganza, vergüenza y victimización, pulsiones de muerte y deseos de exterminio de la alteridad que desdemocratizan la vida en común en nuestro país. El trabajo nos lleva por las intervenciones públicas de referentes de Revolución Federal en torno al intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner, tuits de Mauricio Macri y Javier Milei y un discurso de Ofelia Fernández en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. A partir de estos casos puntuales demuestra cómo los tres afectos se encadenan con otros – por ejemplo, daño, miedo y odio – proponiendo una temporalidad de los discursos de odio. El autor se pregunta de manera perturbadora “Habría que ver si el consumo neoliberal, a costo de cualquier otro, no fue el discurso de odio magma a partir del cual se producen estas subjetividades dañadas que hacen causa común en el odio”. El texto de Sánchez Ceci es deslumbrante en aforismos políticos y nos deja otro chispazo perturbador: “La vergüenza puede ser un cuchillo en la mano del odio, tanto como el orgullo más nacionalista, chauvinista, fascista”.

En cada uno de los textos, los autores avanzan mediante dos estrategias metodológicas globales: darle espesor temporal a las derechas – ya sea inscribiéndolas en un régimen de temporalidad más amplio como Ponza o más intenso como Martínez, tanto como por la vía comparativa como lo hace Montali – y desmontar su discursividad tal como lo proponen Filippelli y Sánchez Ceci. El volumen, en fin, es verdaderamente un aporte porque permite a sus lectores avanzar en la consideración sincrónica y diacrónica de programas de derecha cada vez más antidemocráticos; pero también porque miran la coyuntura desde categorías conceptuales (la sociosemiótica, el giro afectivo) despegándose desde las miradas corrientes del sentido común y, sin embargo, pese a la sofisticación conceptual sostienen sus análisis sobre una profusión de datos empíricos.